Ministerio de Dios

martes, 10 de agosto de 2010

Conquistando la vida del pensamiento

En el nombre de Jesús tomo autoridad sobre mi vida de pensamientos. Aunque yo camine en la carne, no peleo mi milicia de acurdo a la carne y usando armas meramente humanas. Porque las armas de mi milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Yo derribo argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Con mi alma bendeciré al Señor con cada pensamiento y propósito en mi vida. Mi mente no divagará de la presencia de Dios. Mi vida glorificará al Padre. No tomo en cuenta el mal que se me ha hecho, no presto atención al mal que he sufrido. No tiene lugar en mi vida de pensamientos. Estoy siempre dispuesto a creer lo mejor de toda persona. Me ciño los lomos de mi mente y dispongo mi mente en las cosas de arriba, las cosas más altas, no en las cosas que están en la tierra.

Todo lo bueno, todo lo que sea digno de reverencia y es honorable y correcto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo digno de amar, todo lo amable y todo lo bondadoso y lo de gracia, si hay alguna virtud y excelencia en ello, si hay algo digno de alabanza, yo pensaré lo pesaré y tomaré en cuenta, fijaré mi mente en ellas.

La mente carnal no está operando ya, porque yo tengo la mente de Cristo, y sostengo los pensamientos de su corazón. Yo practicaré lo que he aprendido y recibido y escuchado y visto en Cristo, y tomaré el modelo para mi vida. El Dios de paz estará conmigo.


Escrituras de referencia:

* 2 Corintios 10:3-5
* Salmos 103:1
* 1 Corintios 6:20
* 1 Corintios 13:16
* 1 Corintios 2:16
* Filipenses 4:9
* 1 Pedro 1:13
* Salmo 103:1
* Colosenses 3:2

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